Aquéllos que no duden de mi amor serán salvos, y ayudarán a sus hermanos a creer en mi amor, y por ello éstos también serán salvos.
Los que no duden tendrán esperanza y sus almas se elevarán hasta Dios, y en Él descansarán, sabiendo que todo ha de ser purificado y puesto al servicio de Su Luz, y así se consumará la salvación, de la que nadie quedará exento.
Y nunca me olvidaré de ninguno de ustedes.
Amén.
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