TODOS LOS DOMINGOS, a las 10 pm CST (Horario de la Ciudad de México), realizaremos una oración en grupo y a distancia:
LA ORACIÓN ES LA SIGUIENTE:
Dios, te pido un milagro de curación.
Estoy dispuesto(a) a sentir Tu Amor Infinito hacia todos los seres por los que tengo resentimientos y he juzgado.
Dame un instante de Tu Luz, de Tu Paz y de Tu Amor; instante que deseo compartir con todos mis hermanos, sin excepción.
Hágase Tu Voluntad.
- Después de haber hecho la anterior petición, únicamente descansa con los ojos cerrados, repitiendo para tus adentros, en forma pausada, la frase “DESCANSO EN DIOS”, durante 20 minutos o más si te sientes cómodo.
NOTA IMPORTANTE: La efectividad de esta oración depende de qué tan sinceramente hayas pedido lo que dice ésta.
También puedes hacerla todos los días y en cualquier momento; y Dios te responderá, si tu petición es sincera.
ASPECTOS IMPORTANTES ACERCA DE LA ORACIÓN:
Un curso de milagros dice: La oración es el vehículo de los milagros.
En mi libro "El Cielos es para todos", afirmo: La oración es la autopista al Cielo.
La oración es el medio por el cual el Espíritu Santo lleva a cabo el proceso de perdón verdadero en tu mente.
Tú no puedes perdonar por tu cuenta. El proceso de perdón verdadero es un proceso milagroso, que sólo la Luz de Dios puede realizar.
Hay dos tipos de perdón: El perdón verdadero, que sana la mente y el cuerpo; y el perdón falso; que es destructivo y fomenta más la culpabilidad y el odio.
La oración en grupo, aunque sea a distancia, con un sólo objetivo y una misma intención, tiene el poder milagroso de sanar a todas la mentes que se unen a esa oración.
Es normal que en el tiempo que estás orando tengas sensaciones extrañas en tu cuerpo o en tu interior; no importa qué experimentes: son reacciones curativas.
Pase lo que pase durante la oración, no te preocupes; estás en Manos de Dios, pues a Él lo invocaste; por lo tanto no puede sucederte nada malo; sólo puedes recibir sanación mental y física.
Si no sientes nada durante la oración, también es normal. No siempre se experimentan cosas, pero siempre hay una respuesta de Dios, aunque no te des cuenta de ello.
Si llegas a sentir mucha ansiedad, o mareo, o nausea, espera unos tres minutos; si en ese tiempo no pasa ese malestar, abre los ojos y para tu oración. Hay veces que sucede esto; no hay nada de qué preocuparse.
Es preferible que hagas la oración sentado; pero la puedes hacer acostado, si estás enfermo y no puedes sentarte.
De todo lo anterior hablo más ampliamente en mi libro "El Cielo es para todos".
Comparte esta oración, por favor.
Atte. Mario Prud´Homme. Autor del libro "El Cielo es para todos".
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