La salvación del mundo está en mis manos; y culminará cuando ustedes, mis pequeños hermanos, decidan amar con el Amor de nuestro Padre.
En verdad les digo que llegará el momento en que se cansarán de la soledad interna y el sufrimiento en el que viven, y entonces recurrirán a Dios con humildad y pedirán la salvación con todo su corazón; y en ese instante los llenaré de la Gracia que Dios me dio, y en Ella, todo resentimiento, miedo y culpa desaparecerán de su mente, y así podrán ver la luz que está en lo más profundo de su ser... y la contemplarán en todos sus hermanos y en todas las cosas de la Tierra. Verán el mundo de Luz, donde sólo existe la inocencia, la pureza y la perfección, y en donde la oscuridad no tiene cabida y ha quedado en el olvido.
La Voluntad de Dios es la salvación de todos sus hijos. Quien piense que no, tiene odio en su corazón y la condenación lo ha hecho esclavo del miedo y la venganza. Mas en verdad les digo que la Misericordia de Dios está más allá de lo que ustedes ahora pueden comprender; es Infinita y Perfectamente Amorosa. No podría ser de otra manera, pues Dios es únicamente Amor.. puro... lo abarca todo... y no hace excepciones.
La salvación está en mis manos, pero ustedes deciden cuándo la lleve a cabo y la consume.
Tienen libre albedrío.
Tienen la libertad de elegir entre sus resentimientos o el perdón.
Tienen la libertad de elegir entre el miedo o el amor.
Tienen la libertad de elegir entre la condenación o ver mi Luz en todos sus hermanos.
¿Acaso no, cuando estuve en la Tierra, les dije a todos que sus pecados les eran perdonados? ¿Acaso no hablé del Amor de nuestro Padre?
La locura ha intentado alterar mi mensaje; pero les aseguro que sigue siendo el mismo, y en ello está la esperanza del mundo, la única esperanza. Amén.
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