Cuando haces oración para ser sanado y recibir milagros, no es necesario tu entendimiento; de hecho, no te sirve de nada.
Lo único necesario es tu plena decisión de perdonar y amar a todos los seres sin excepción.
La soberbia es lo que te hace pensar que es necesario tu entendimiento. ¿Cómo es posible que comprendas lo que proviene de la eternidad, cuando tu mente está atada al mundo físico y a sus formas y no puedes ver más allá de ellas? No hay manera de que entiendas la Luz de Dios ni cómo obra hasta que la veas con absoluta claridad y la reconozcas como tu realidad divina.
Sé humilde y sólo deja que el Amor y la Luz de Dios hagan lo Suyo en tu mente, y así sea transformada, para que puedas aceptar la curación y los santos milagros que provienen de Su Misericordia.
Hazte a un lado cuando oras y sólo entrega tu corazón por completo a Él, y Él te llenará de regalos que no son del mundo, pero que están impregnados de Su Gracia Infinita, que llenarán tu corazón de esperanza, alegría y amor, y te acercarán cada vez más al momento bendito en que verás la Luz de Cristo en todos tus hermanos y, entonces, la paz será tuya por siempre y nunca más la perderás, y por fin entenderás lo que en verdad es la Luz y el Amor de nuestro Padre y lo que eres tú: Su Hijo Amado, junto con todos tus hermanos.
Éstas son palabras de Jesús.
Dios te bendice.
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