El perdón verdadero, en Manos del Espíritu Santo, nunca te llevará a permitir injusticias, pero tampoco hará que te defiendas atacando.
El perdón real genera amor hacia los demás y también hacia ti. El amor es fuerza; el ataque, debilidad.
Por otro lado, el perdón falso, guiado por el ego, reforzará la culpa en tu mente y te conducirá a permitir más injusticias y a ser injusto con los demás.
Sólo el perdón verdadero tiene el poder de liberarte de toda injusticia, que has decidido y permitido, y te volverá justo con todos tus hermanos.
Así que no tengas miedo de perdonar en la Luz de Dios, pues es tu única salida de todas las injusticias que vives y te dará la fortaleza para salirte de los conflictos en los que elegiste ser parte.
Es por lo anterior que "Un Curso de Milagros" hace una distinción muy clara entre el perdón falso y el perdón verdadero. Es por eso que también en mi libro "El Cielo es para todos" hay un capítulo donde expongo la diferencia entre ambas clases de perdón.
El perdón falso destruye.
El perdón verdadero sana.
Si el perdón que has ofrecido a tus hermanos no te ha dado paz y no te ha liberado por completo del dolor, es que perdonaste falsamente y tu guía fue el ego. Y el ego no sabe nada acerca del Amor de Dios, donde realmente se lleva a cabo el milagro del perdón.
Los milagros tienen una relación muy directa con la decisión de perdonar.
Nunca temas perdonar en la Luz y el Amor de Dios.
Dios te bendice.
Mario.
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