Si hemos de tocar fondo como humanidad, así será. ¿Por qué? Porque tenemos libre albedrío. Mas no es Voluntad de Dios que toquemos fondo, porque ningún padre realmente amoroso puede desear que sus hijos sufran; al contrario; hará todo lo posible para que sean felices. Pero hay hijos necios. Somos muy necios. Y la necedad nos llevará a un sufrimiento nunca antes visto.
Se me salen las lágrimas cuando veo lo que va a suceder, y no soy profeta ni vidente. Sólo se necesita comprender lo que hace el odio y el miedo en las mentes, para visualizar sus efectos, que ya estamos viviendo y hemos vivido desde hace mucho tiempo.
Si ustedes creen que ya tocamos fondo, están equivocados. Sólo estamos a mitad del camino; vamos en caída libre a un dolor mucho mayor de lo que la humanidad ha experimentado. Una clave: 73 años tenemos para cambiar de parecer con respecto al objetivo de nuestras vidas: los resentimientos, el odio, la ira y la venganza, o el amor, el perdón y la paz.
Toda oración que no tenga un objetivo de amor y perdón no será contestada, porque Dios no escucha peticiones de ataque y venganza. El miedo está volviendo loco al mundo, más de lo que ya estaba.
Cualquiera que hable de condenación, castigo y juicios (no importa si es institución o persona) no tiene idea de lo que es el Amor de Dios. En mi proceso espiritual he tenido más de cien experiencias místicas; es decir, vivencias directas y muy intensas del Amor, la Luz y la Paz de Dios; y es por eso que les digo esto.
Ninguna clase de sufrimiento es Voluntad de Dios. Lo que estamos viviendo no es un castigo de Él; Dios no está loco ni es cruel. Dejemos de responsabilizar a Dios de la demencia y del infierno que hemos hecho de este mundo. Nuestra necedad lo ha provocado.
Dios nos ama a todos por igual; no hace ninguna diferencia, y el Amor nunca ataca.
El mensaje de Jesucristo no fue la crucifixión; ésta simplemente fue un símbolo de nuestro rechazo a su mensaje de Amor y perdón. Queremos crucificar su mensaje; deseamos crucificar al Amor de Dios; y lo hacemos cuando decidimos guardar resentimientos en vez de perdonar, cuando nos vengamos, cuando atacamos de cualquier forma.
El verdadero mensaje de Jesucristo fue la resurrección, que significa la total aceptación del Amor de Dios; y en Su Amor, es imposible el miedo ni el odio. Olvidemos la crucifixión y aceptemos su resurrección. Pero aceptar la resurrección es aceptar el Amor de Dios en nuestros corazones y permitir que nos libere del odio, del miedo y de la culpa, para que así podamos amarnos los unos a los otros.
No es necesario tocar fondo; Dios no lo desea. Pero tenemos libre albedrío.
Por cierto, ¿Ya hicieron todos los ejercicios espirituales que les recomendé y han revisado toda la falta de amor que han tenido hacia los demás, y han reflexionado profundamente sobre lo que he publicado hasta ahora, y han hecho las oraciones que les he sugerido?
No es posible empezar un nuevo camino sin antes revisar los pasos equivocados que hemos dado. Pero tienes libre albedrío, porque el amor es libertad.
Dios los bendice.
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