Tu única realidad es luz, tanto en este mundo como en el Cielo.
El cuerpo es sólo un vehículo en la Tierra, el cual dejará de ser necesario cuando cumpla su función de ayudarte a escuchar y leer los mensajes del Espíritu Santo y de Jesús, y los compartas con tus hermanos; mensajes de salvación, esperanza, amor y perdón.
Has olvidado lo que en verdad eres, y es por ello que es necesario el perdón, ya que éste es el único medio por el que puedes ver y reconocer tu eterna y excelsa realidad que compartes con todos tus hermanos, sin excepción.
El perdón es el camino hacia la Luz.
El perdón es la salvación.
El perdón te mostrará una belleza que no es de este mundo: la inconmensurable belleza de tu espíritu.
No tengas miedo de perdonar, pues en ello radica la felicidad que buscas y la paz que anhelas.
El perdón te revelará lo que en verdad es el amor y hará que te des cuenta de que siempre ha estado en tu interior... y que ese inefable amor proviene de Tu Padre, y al ser Su Hijo, eres amor como Él. Dios no puede crear diferente de Sí Mismo.
No niegues Su paternidad; antes bien, acéptala con gusto, y Él hará que recuerdes que eres Su Hijo Perfecto, rebosante de pureza celestial.
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